Hace unos días que se está propagando por la red la noticia de que un soldado que estaba patrullando en Irak se había salvado de milagro gracias a su iPod de 20GB, ya que éste pudo detener una bala disparada con un AK-47 que le iba directo al pecho. In extremis, fue salvado por su iPod.
A decir verdad, me está costando creer que un iPod pudo parar en seco a una bala disparada casi a bocarrajo, ya que el soldado Kevin Garrad y el insurgente estaban a escasa distancia cuando abrieron fuego. No sé qué grado de autenticidad atribuirle a esta noticia, pero si es cierto, me alegro de que no haya comprado un iPod nano.
