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Lleva un piercing moco -una gran bola blanca, negra o de color chillón al rededor de la boca-, cinco centímetros de flequillo-cenicero levantado con gomina extrafuerte, restos todos de su anterior look, antes de guardar los vaqueros de campana que metía bajo las calcetas blancas y acompañaba con camisetas negras y estampados en dorado y plateado con ingeniosas frases del palo Si quieres te la enchufo y variados. Ese que no guarda las cadenas de oro con la foto de su abuela grabada, los pendientes en las orejas estilo David Beckam y los dos sellos de oro de medio kilo cada uno, pero que lo tapa todo bajo una chaqueta de colorines (¡De esas de indi(e)tex [hehe] que tanto me gustan!). Y tienes suerte, tienes verdadera suerte si no abre la boca para hablar a gritos con alguien de la acera de enfrente con amistoso xalaaoooo, que ase?! ven asquí compare!
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Via | Divagaciones a medias